Descubriendo el arte de Hanoi

Esta mañana estábamos en el templo de la literatura con Max, Ana, Llum, Vicent, Rosa y Lu y nos hemos dado cuenta que nos quedan apenas 10 días en Vietnam. Nuestras caras han sido de inmensa tristeza. Todos sabemos que este tiempo de oro con nuestros hijos tiene un final y aunque sabemos que la familia y amigos estáis deseando conocer a Marco y que la espera es muy dura, para nosotros es un tiempo mágico que queremos atrapar y no dejarlo escapar. Es impresionante ver cómo se despierta y te mira con esos ojitos pidiendo tus brazos. Ese momento es increíble y aprovecho para traerlo a la cama con nosotros, ahí empiezan sus primeros juegos del día mientras uno de los dos aprovecha para seguir durmiendo con los “papapapa” o “gugugu” de Marco. Después toca el biberón y la primera siesta matutina de casi 2 horas que aprovechamos para conectarnos a ver qué pasa en el mundo más allá de Marco. Que por cierto el mundo anda bastante revuelto mientras nosotros disfrutamos de la cultura vietnamita. Hemos visitado el  templo de la literatura, un remanso de paz en la caótica Hanoi. Estar con él allí es todo un espectáculo, la gente nos rodea para poder cogerlo en brazos y nos paran para darle besos . Aquí nos paran de preguntarnos si es de Vietnam ( y claro Pepe dice que no lo detectan por ser clavito a su padre)  cuando respondemos que sí que él es vientamita se vuelven locos de emoción, le cantan y le hacen reír y eso que nuestro Marco no es de risa fácil, solo con los conocidos pero la paciencia de los vietnamitas es sublime, hasta que no lo consiguen no podemos seguir nuestro camino. Por primera vez  Marco ha ido a un teatro de marionetas de agua, todo un espectáculo ver como las marionetas se mueven dentro del agua al son de la música, mientras quienes las dirigen están detrás del telón con el agua hasta la cintura. Es un espectáculo precioso que Marco ha celebrado como siempre; saltando y saltando.  Al salir hemos dado un paseo por el emblemático lago Hoan Kiem, el epicentro del antiguo Hanoi. Es una extensión de agua con dos templos a los que accedes a través de su conocido puente rojo. Según cuenta la leyenda El emperador  Le Loi venció a los chinos que habían ocupado Vietnam durante mil años con una espada mágica y un día después de esta batalla una tortuga dorada apareció nadando en el lago y desde este momento las tortugas son el símbolo del poder de Vietnam. Hoy hemos experimentado que para los vietnamitas es toda una suerte ver aún una de estas tortugas.  Ibamos paseando tranquilamente cuando cientos de personas se han asomado a la orilla, las motos subían por la acera y la gente salía de los coches corriendo para ver una de ellas. Hemos sido afortunados y hemos visto una de las famosas tortugas que muy rara vez se ven en las aguas del lago. Hemos tenido que coger a Marco ya que la multitud se agolpada desfavorida en la orilla del Hoan Kiem.

Marco también ha ido de museos, está vez el de Historia. Hacia frio en Hanoi y había que buscar alternativas y nos hemos dejado amodorrar  con la prehistoria y el paleolítico hasta que nuestro tesoro ha hecho uno de sus pasteles dignos de tener una vitrina en el museo histórico.

Estas noches estamos saliendo a cenar al puro estilo vietnamita, nos sentamos en taburetes que, no levantan 20 centímetros del suelo, en plena calle a comer  ternera, sopa pho, rollitos y otras delicias vietnamitas. Aquí toda la vida se hace en la calle y es muy común por la noche que mucha gente salga a cenar o a dar un paseo en pijama, alucinante!!

Voy a ir poniéndome el pijama que esta noche me toca guardia!!! Muchos besos y os queremos!!!

PD. Unos padres primerizos que están desando que conozcáis a Marco, con el sentimiento de querer disfrutar los días en Hanoi !!